lunes, 16 de abril de 2012

El Big Bang y la incógnita del Génesis.

Para algunos críticos, la teoría del Big Bang se acerca demasiado al misticismo de la creación, a la intervención divina propugnada por las religiones antiguas. La Iglesia Católica, sugerentemente, ha acogido el modelo del Big Bang. Incluso, en 1951 proclamó oficialmente que estaba de acuerdo con la Biblia.

Así, el teólogo y físico Colin Price considera la teoría del Big Bang “desconcertantemente bíblica”, y afirma que por tanto la historia del Génesis tiene que ser “desconcertantemente científica”.

Incluso si el Universo fuese finito, la idea de un super-protón primordial, de una “singularidad”, plantea opciones ilógicas. La trampa consiste en las generalizaciones que realizamos a partir de una ínfima porción del Universo, la que conocemos, y que erróneamente consideramos como la totalidad. Una hipótesis sin base científica. En la actualidad se calcula una población de 100,000 millones de galaxias, con 100,000 millones de estrellas cada una.

¿Cómo es que la naturaleza ha construido un Universo complicado con ingredientes tan simples como la materia y la radiación? Este modelo del Big Bang, construido sobre los hombros teóricos de Einstein, había convencido a los astrofísicos, al punto que se detallaron los hechos de las primeras centésimas de segundo del tiempo. Este absolutismo sobre el Universo llegó al punto de que se rechazasen otras alternativas.

El modelo se describe como una enorme emergencia caótica, donde el espacio-tiempo fue lanzado intacto y en una sola pieza. Con el espacio-tiempo vino la materia que lo fue curvando, y han quedado soldado ambos hasta el fin de los tiempos eternos. La incógnita es: ¿De dónde surgió la energía indispensable para proyectar esa detonación?

Fuente:
http://www.neoclubpress.com/opinion/neo-blogs/3275-juan-benemelis-el-big-bang-y-la-incognita-del-genesis.html

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