domingo, 16 de octubre de 2011

Efectos perjudiciales de los antibióticos.

Tomar antibióticos para los resfriados y para otras enfermedades víricas no sólo no sirve para nada, sino que además tiene efectos secundarios peligrosos: con el tiempo, esta práctica puede dar lugar al desarrollo de bacterias que se hayan vuelto más difíciles de destruir. El uso frecuente e inadecuado de los antibióticos tiene como consecuencia la selección de cepas de bacterias que pueden resistir el tratamiento. Esto se llama resistencia bacteriana. Para tratar estas bacterias resistentes se necesitan dosis más elevadas de los medicamentos o antibióticos más fuertes. Los médicos han encontrado bacterias que son resistentes a algunos de los más poderosos antibióticos que existen hoy en día.


La resistencia a los antibióticos es un problema muy extendido, y los Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) lo han descrito como "uno de los problemas de salud pública más acuciantes en todo el mundo". Las bacterias que antes respondían fácilmente a los antibióticos se han vuelto cada vez más resistentes. Entre las más difíciles de tratar están las infecciones por neumococo (que provoca neumonía, infecciones de oídos, sinusitis y meningitis), las infecciones en la piel y la tuberculosis.


Para reducir al mínimo el riesgo de resistencias bacterianas, recuerde estos consejos:
  1. Sólo se deben tratar las infecciones bacterianas. Pida consejo y pregunte sobre sus dudas. Para evitar el desarrollo de resistencias, es una buena idea dejar que las infecciones leves (especialmente las causadas por virus) sigan su curso; pero aún es mejor, para esas "enfermedades leves", seguir el criterio de su médico. Si los síntomas permanecen, aunque no empeoren, lleve a su hijo al pediatra. En la consulta, pregúntele si la enfermedad de su hijo es bacteriana o vírica, y sobre los riesgos y beneficios de usar antibióticos. Si es un virus, no presione a su médico para que le recete antibióticos, sino pregúntele de qué manera puede tratar los síntomas.
  2. Use los antibióticos del modo prescrito.
  3. No guarde los antibióticos que le sobren para una próxima vez.
  4. Nunca utilice los antibióticos recetados a otra persona.
  5. Pregunte a su médico de qué manera se pueden tratar los síntomas que causan malestar, como la nariz congestionada o la garganta irritada, sin usar antibióticos. La clave para crear una  buena relación con su médico es la comunicación abierta, así que trabajen juntos para lograr ese objetivo.

Utilice los medicamentos adecuadamente. Los antibióticos son sólo eficaces frente a las infecciones bacterianas si se toman durante todo el tiempo que ha prescrito el médico; y también tardan tiempo en hacer efecto, así que no espere sentirse mejor con la primera dosis. Se tardan 1 o 2 días en mejorar. Tampoco tome antibióticos durante más días de los prescritos.


Guardar antibióticos "para la próxima vez" es una mala idea. Los antibióticos que sobren cuando termine un tratamiento deben tirarse.


Contribuya a la lucha contra la resistencia a los antibióticos siguiendo algunas medidas simples para evitar que las infecciones se propaguen. Fomente el hábito de lavarse las manos, asegúrese de que sus hijos están al día en las vacunas y no los envíe a la escuela cuando estén enfermos.


Los médicos son conscientes del incremento de la resistencia a los antibióticos y están intentando resolver el problema. Aunque se desarrollen nuevos antibióticos, seguirá siendo importante usarlos de un modo adecuado sólo cuando se prescriban.

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