· Análisis de sangre: Los análisis de sangre se usan como rutina para ayudar al diagnóstico de enfermedades o como control de salud. Mediante los análisis se puede detectar la presencia de muchas enfermedades habituales y frecuentes como pueden ser la anemia, la diabetes, infecciones, pero también pueden dar a conocer otras menos frecuentes y más graves como la leucemia o otros tipos de cáncer. Algunos exámenes de sangre, tales como la medición de la glucosa, colesterol, o para la detección de enfermedades de transmisión sexual requieren ayuno (o no consumición de alimentos) de ocho a doce horas antes del examen de sangre.
El análisis de sangre puede utilizarse con diferentes finalidades médicas:
- Método de diagnóstico precoz de una enfermedad en un grupo de población que no presenta síntomas. Por ejemplo, las campañas de detección de hiperglucemia o hipercolesterolemia en personas sanas.
- Para confirmar una sospecha diagnóstica a partir de los signos y síntomas que presente un paciente. Por ejemplo, un hemograma en un paciente en el que se sospecha una anemia.
- Como parte del control periódico de la evolución de una enfermedad que está en tratamiento. Por ejemplo, una elevación del colesterol en un paciente al que se prescribió un tratamiento a base de fármacos hipocolesterolemiantes.
- Como parte del "chequeo" anual, aunque en este sentido, una analítica dentro de los límites de la normalidad no es garantía de buena salud ni de ausencia de enfermedad no detectable con el análisis.
Algunos de los resultados del análisis de sangre son diagnósticos por sí mismos, por ejemplo la hemoglobina y el hematocrito en la anemia. Pero otros sirven para confirmar la sospecha diagnóstica del médico y no son diagnóstico de enfermedad. Incluso pueden aparecer alteración de parámetros que nada tiene que ver con la enfermedad actual y será el criterio del médico el que recomiende las exploraciones pertinentes a realizar a partir de ese momento para el seguimiento de la enfermedad.
· Análisis de orina: Es un examen de la orina para determinar si contiene glucosa (azúcar) y cuerpos cetónicos. En una pequeña cantidad de orina o de orina diluida con agua se colocan cintas especiales de papel o tabletas (denominadas reactivos).
Una prueba con tira reactiva incluye el análisis de las siguientes sustancias:
* Glucosa (un tipo de azúcar). La orina no debe contener glucosa. Si el técnico de
laboratorio detecta glucosa, es posible que se deba a una diabetes que no está controlada.También puede deberse a una lesión o enfermedad de los riñones.
* Bilirrubina y urobilinogeno. El hígado produce bilirrubina y urobilinogeno al procesar
los glóbulos rojos. Si la orina contiene alguna de estas sustancias, es posible que el médico sospeche que usted tiene un problema del hígado.
* Cetonas. El organismo produce cetonas cuando una persona ayuna o tiene problemas de nutrición durante una enfermedad. Las cetonas se desechan a través de la orina. Una gran concentración de cetonas en la orina puede significar una enfermedad muy grave llamada cetoacidosis diabética.
* Sangre. En general, la orina no contiene células sanguíneas. La presencia de sangre en la orina puede deberse a una inflamación, una enfermedad o una lesión en los riñones, los uréteres, la vejiga o la uretra. El ejercicio intenso, como correr un maratón, también puede provocar la presencia de sangre en la orina.
* Nitritos. Las bacterias que provocan una infección del tracto urinario (ITU) producen una enzima que cambia los nitratos a nitritos. La presencia de nitritos en la orina se debe probablemente a una ITU.
· Análisis del plasma sanguíneo: Algunos análisis no se llevan a cabo sobre sangre entera sino sobre plasma sanguíneo, un derivado de ella. El plasma es la sangre sin sus elementos formes, es decir sin hematíes, leucocitos ni plaquetas
El plasma sanguíneo se obtiene en el laboratorio introduciendo la sangre recién extraída del organismo en un tubo de ensayo con anticoagulantes y poniendo éste en una centrifugadora. Después de un minuto de rotación, los elementos formes se irán al fondo y por encima quedará el plasma.
En él se hallan disueltas importantes sales minerales, como el cloruro sódico, el cloruro potásico y sales de calcio, escindidas en sus componentes. Gracias a ellas pueden disolverse las proteínas en el plasma, para ser transportadas por la sangre, y la acidez de los líquidos del cuerpo se mantiene dentro de estrechos límites.
Las proteínas más importantes que se hallan disueltas en el plasma son el fibrinógeno y la protrombina, que intervienen en la coagulación sanguínea; las al búminas, que desempeñan un importante papel en el transporte y para mantener el volumen de plasma, y las globulinas, que son parte del sistema defensivo de nuestro cuerpo. Todas estas proteínas, a excepción de las últimas, se forman en el hígado.
Además, en el plasma existen todas las sustancias transportadas por la sangre, como las partículas de alimento y los productos que son el resultado del metabolismo, y, como ya hemos mencionado, las hormonas.
En el tubo de la derecha se puede diferenciar el plasma de la sangre |
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