jueves, 13 de octubre de 2011

Los antibióticos

Sir Alexander Fleming (1881-1955), bacteriólogo y premio Nóbel británico, se hizo famoso por el descubrimiento de la penicilina. Nacido en Escocia, se formó en la Facultad de Medicina del St. Mary's Hospital de la Universidad de Londres, donde trabajó como catedrático de bacteriología desde 1928 hasta 1948, año en que fue nombrado profesor emérito.
Alexander Fleming



Fleming desarrolló importantes investigaciones en los campos de la bacteriología, la quimioterapia y la inmunología. En 1922 descubrió la lisozima, un antiséptico natural presente en las lágrimas, las secreciones corporales, la albúmina y ciertas plantas. El descubrimiento de la penicilina tuvo lugar accidentalmente en 1928 en el curso de sus investigaciones. Al observar que un moho que contaminaba una de sus placas petri de cultivo había destruido la bacteria cultivada en ella, sentó las bases para el desarrollo de la terapia con penicilina


Fleming fue nombrado sir en 1944. En 1945 compartió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina con los científicos británicos Howard Walter Florey y Ernst Boris Chain por sus contribuciones al desarrollo de la penicilina.


¿ Qué son los antibióticos?

Se denomina Antibiótico (del griego, anti, 'contra'; bios, 'vida'), a cualquier compuesto químico utilizado para eliminar o inhibir el crecimiento de organismos infecciosos. Una propiedad común a todos los antibióticos es la toxicidad selectiva: la toxicidad hacia los organismos invasores es superior a la toxicidad frente a los animales o seres humanos. La penicilina es el antibiótico más conocido, y ha sido empleado para tratar múltiples enfermedades infecciosas, como la sífilis, la gonorrea, el tétanos o la escarlatina. La estreptomicina es otro antibiótico que se emplea en el tratamiento de la tuberculosis. En un principio, el término antibiótico sólo se empleaba para referirse a los compuestos orgánicos producidos por bacterias u hongos que resultaban tóxicos para otros microorganismos. En la actualidad también se emplea para denominar también compuestos sintéticos o semisintéticos. La principal categoría de antibióticos son los antibacterianos, pero se incluyen los fármacos antipalúdicos, antivirales y antiprotozoos.
 Desde la generalización del empleo de los antibióticos en la década de 1950, ha cambiado de forma radical el panorama de las enfermedades. Enfermedades infecciosas que habían sido la primera causa de muerte, como la tuberculosis, la neumonía o la septicemia, son mucho menos graves en la actualidad. También han supuesto un avance espectacular en el campo de la cirugía, permitiendo la realización de operaciones complejas y prolongadas sin un riesgo excesivo de infección. Se emplean igualmente en el tratamiento y prevención de infecciones por protozoos u hongos, especialmente la malaria (una de las principales causas de muerte en los países en desarrollo). Sin embargo, los avances han sido pocos en el campo del tratamiento de las infecciones virales. Existen fármacos para el tratamiento del herpes zoster o de la varicela. Se está realizando una intensa labor investigadora para encontrar un tratamiento eficaz para la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), con incidencia mundial en la actualidad.

Placas Petri
La placa de Petri comprende parte del material de vidrio, es un recipiente redondo, de cristal o plástico, de diferentes diámetros (siendo más comunes los de diámetros alrededor de 10 cm), de fondo bajo, con una cubierta de la misma forma que la placa, pero algo más grande de diámetro, para que se pueda colocar encima y cerrar el recipiente.
Fue inventada por el bacteriólogo alemán J.R. Petri (1852-1921).
Se utiliza en los laboratorios principalmente para el cultivo de bacterias y otros microorganismos, soliéndose cubrir el fondo con distintos medios de cultivo (por ejemplo ágar) según el microorganismo que se quiera cultivar.

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